¿Para qué sirve el talento?

La educación nos ha llevado a disponer de grandes conocimientos acerca del mundo que nos rodea. Pero la desintegración de la cultura organizacional de Occidente pide una regeneración. Todo empieza en nosotros mismos. ¡Hay que desenterrar el talento!

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Muchas personas tienen talento kaufen pero no lo utilizan para llevar a cabo sus proyectos o hacer mejor su trabajo. Nuestro escaso conocimiento sobre quiénes somos, aquello que verdaderamente imprime sentido a nuestra existencia, ha quedado relegado a un segundo plano. En las escuelas se enseña muchísimo sobre el funcionamiento del mundo, pero poco sobre el ser humano y sus infinitas capacidades.
El hombre moderno vive para su desarrollo profesional. El trabajo es el centro de sus preocupaciones y absorbe la mayor parte de su tiempo y energías. Se prepara para el mundo laboral desde una edad temprana, desde que ingresa en la escuela. Allí adquiere conocimientos cada vez más especializados para afrontar su integración laboral en una sociedad que avanza hacia un futuro donde el trabajo será incierto.
Vivir se ha convertido en una profesión competitiva y estresante, de supervivencia dentro de una organización social compleja que presupone que la formación técnica y la experiencia profesional son un gran valor en el mercado laboral. Este enfoque cultural, que impulsó a la humanidad al desarrollo de tecnologías capaces de procurar abundancia material y a establecer nuevas formas de organización social, tuvo su origen en un momento de la historia de Occidente donde las necesidades de la población no son las de hoy en día. Así, este sistema, cumplida su función, se desarticula lentamente. Este modelo nos trajo beneficios pero ahora debemos emprender la renovación de una cultura organizacional que sirva a la humanidad allí donde ésta necesita y de acuerdo a los talentos propios.
La seguridad en el sistema socioeconómico se ha derrumbado, así que en estos momentos urge que los individuos empiecen a valorarse y a desenterrar todas aquellas habilidades, llamémoslas talento, que poseen y que lamentablemente no utilizan.
La regeneración está en uno mismo. Solo un profundo proceso de investigación personal podrá llevar al individuo a conocer sus propios talentos y a desarrollarlos para conseguir sus objetivos. Es básico que cada uno reconozca en sí mismo sus propósitos vitales y el talento, puesto que solo así podrá recuperar la confianza en sí mismo, adquirir nuevos conocimientos técnicos y académicos y participar de nuevo en organizaciones sociales y económicas que le permitan desarrollar en paralelo su propio proyecto vital.
Para empezar a trabajar positivamente en este sentido será necesario un extenso trabajo personal que podremos llevar a cabo a través de un coach. Los llamados terapeutas griegos del siglo XXI facilitarán el viaje a nuestro yo interno para empezar una importante labor de arqueología personal. De esta manera, no solo nos convertiremos en protagonistas de nuestra propia vida, sino que formaremos parte esencial de todos aquellos proyectos que puedan entusiasmarnos y contribuyan a construir un mundo mejor.
Vía: InfoJobs

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